Aprender idiomas amplía nuestro mundo y nuestra forma de verlo de una manera única. Un idioma materializa y codifica la forma de vivir y sentir de la sociedad que lo desarrolla. Somos un poco más ricos con cada palabra nueva que aprendemos. Y también un poco más pobres cada vez que descuidamos el uso de nuestra lengua materna. Y, ojo, que con esto no queremos decir, ni mucho menos, que haya una forma mejor que otra de hablar y usar un idioma. Pero sí que hay unas normas ortográficas y unas guías gramaticales que nos ayudan a entendernos mejor los del norte con los del sur, los de Buenos Aires con los de Cuenca.
No vamos a descubrir nada nuevo mencionando que en 2010 la RAE publicó la última Ortografía de la lengua española. Sin embargo, creemos que no está de más hacer un breve repaso a algunas de las normas que cambiaron hace ya 8 años y que seguro más de uno sigue pasando por alto.
La i griega ahora es una chica yeyé.
El nombre ye para la grafía y se creó a mediados del siglo XIX. Ha tardado tiempo en calar, pero el nombre oficial deja de ser el heredado del latín y pasa a ser ye. ¿Por qué? Es corto, simple y no induce a confusión.
Otras grafías que directamente se han caído del abecedario son los dígrafos ch y ll. Y así, volvemos a la idea de simplificar las cosas.
…Soy un truhan, soy un señor…
Tras la publicación de la nueva ortografía, ciertas palabras que tradicionalmente se escribían con tilde ya no la llevan. Son el caso de palabras como guion, truhan, ion o pion que a partir de ahora se consideran monosílabos y, por ende, dejan de acentuarse gráficamente.
Trabajo solo los domingos.
Lo entiendas como lo entiendas, solo está, desde hace ocho años, más solo que nunca. Porque ya nunca va a llevar tilde. Lo mismo ocurre con los demostrativos (este, ese, aquel), ya sean determinantes o pronombres. El uso de la tilde no se recomienda ni justifica incluso en casos de ambigüedad, ya que, finalmente, el contexto nos saca de duda en prácticamente el 100% de los casos.
Y terminamos recordando que los extranjerismos y latinismos que están completamente adaptados e integrados en la lengua española sustituyen su q etimológica por las grafías c o k. ¿Cómo? ¿Qué? Venga, que no es nada complicado. Con un par de ejemplos, lo dejamos zanjado. En lugar de escribir Qatar o Iraq, el uso recomendado es Catar e Irak. ¿Está mal escrito si continúo utilizando las formas anteriores? Ni mucho menos. Pero recuerda escribirlo siempre en cursiva y sin tilde.
Estos son solo algunos de los cambios recogidos en la Ortografía de la lengua española de 2010 pero no los únicos. Si te ha picado el gusanillo, aquí os dejamos el enlace a la web oficial de la Real Academia para que no te quede duda alguna.
Gracias por tu aportación. Feliz semana.